La versión en formato largo de Black Mirror es, finalmente, una ‘película interactiva’ escrita por su creador, Charlie Brooker.
El especial de 90 minutos de Black Mirror viaja a 1984 y sigue a Stefan (Fionn Whitehead), un joven programador que quiere crear un juego de ordenador basado en texto llamado Bandersnatch, inspirado por un libro tipo ‘escoge tu propia aventura’ de su infancia escrito por el sociólogo Jerome F. Davis. Cuando Stefan intenta adaptar el libro a un videojuego, él también pierde el control de la realidad, ya que los espectadores reciben una serie de opciones diferentes sobre dónde desean emprender su viaje a lo largo de la película.
Se ha confirmado que, si bien la película ofrece solo cinco finales posibles, los numerosos puntos de «elección» a lo largo de la misma significan que hay más de un billón de combinaciones únicas en oferta. Aunque las combinaciones significan que los espectadores podrían ver potencialmente una oferta de 40 minutos, la mayoría experimentará una versión de 90 minutos en total de la experiencia, teniendo en cuenta el dato añadido de que se filmaron nada menos que 312 minutos de imágenes para la película.
Eso no significa que a la crítica le haya gustado la experiencia, tal vez no de la misma forma con lo que ocurrió con el batacazo que se llevó Steven Soderbergh con su experimento Mosaic, estrenada en enero de este año, que también proponía una versión interactiva de la serie, esta vez la misma trama pero vista desde el ángulo de distintos personajes. Para CNN «La conclusión es que, a pesar de la promesa de ser un participante en el proceso de narración de cuentos, y el atractivo de los juegos y la narrativa, un cuento bien contado, visto pasivamente, todavía supera uno que promueve el juego. Como la ilusión de poner al espectador en el asiento del conductor». Según Variety «La invención únicamente por su causa es aburrida y, sorprendentemente, poco imaginativa. De todas las cosas que «Black Mirror» podría estar haciendo, éste parece, lamentablemente, haber sido el camino equivocado». Para Hollywood Reporter «el aspecto interactivo de elegir tu propia aventura es inicialmente interesante, despues requiere mucho tiempo y, en última instancia, no resulta dramáticamente satisfactorio». Para The Independent «el sentido persistente es que, a pesar de su laboriosa construcción, la mayoría de los placeres de Bandersnatch son anticuados. La mayoría se podría haber logrado sin el mecanismo interactivo también». The New York Times, finalmente, concluye que «independientemente de sus otros méritos, «Bandersnatch» definitivamente no es divertido (…) Viendo el episodio, es fácil ver cómo la interactividad podría ser el próximo paso en el entretenimiento. Es menos fácil ver cómo esto podría ser arte. Es difícil perderse en una historia si constantemente te sacan de ella».
