The Low Anthem – Oh My God, Charlie Darwin
Este nuevo trabajo de The Low Anthem, la banda de Providence, Rhode Island, ha sido grabado con una docena de instrumentos de todo tipo y épocas -desde guitarras acústicas, armónicas, banjos, clarinetes, hasta un órgano de la Primera Guerra Mundial-. El disco supone, además, un fichaje del sello Bella Union con el que quiere repetir la gran atención que el pasado año suscitaron bandas como Fleet Foxes o solistas como Bon Iver. Así, del mismo modo que hiciera en su momento Iver para su reconocido debut, el trío se aisló a finales del pasado año en un solar de Block Island para grabar, durante diez días, este trabajo, que por cierto ya es el tercero en su carrera.
Tras las primeras escuchas del álbum, incluso sabiendo que cuentan con un único solista, parece que nos encontráramos con dos bandas distintas. De un lado, la onda más melancólica, que cuando recuerda a Art Garfunkel (To Ohio, Cage the songbird) echa un poco para atrás -uno de esos prejuicios que uno tiene de vez en cuando, una de esas manías inevitables y con las que se crece sin saber la causa-, y que tiene como título sobresaliente The ghost who write history books. De otro lado, la voz de Ben Knos Miller se vuelve ruda para interpretar canciones cercanas al gospel (Omgcd) o al folk más tradicional (The home is a beltway), y que en ciertos momentos recuerda a Bob Dylan y en otros a Tom Waits, como la misma Home I’ll never be, que es una versión de este mismo compositor con letra de Jack Kerouac. El tour de force del álbum, la que es para mí la mejor canción, no pertenece sin embargo a ninguno de esos dos estilos, sino que aparece cuando se salen del tiesto en dirección al country rock más feroz, en forma de himno. No es otra que Champion angel, que además incorpora la guitarra eléctrica de forma excepcional.
En resumen, no creo, personalmente, que estemos ante un nuevo Fleet Foxes o un For Emma, forever ago para este 2009, pero tampoco creo que deban hacerse quinielas o comparaciones sobre ello. En cualquier caso, es un álbum que bien merece nuestra atención.