Los libros de la semana
Entre los libros más vendidos encontramos esta semana en ficción dos novedades: Las cosas que perdimos en el fuego (Anagrama) de Mariana Enríquez y El niño en la cima de la montaña (Salamandra) de John Boyne y en no ficción Un largo sábado. Conversaciones con Laure Adler (Siruela) de George Steiner y La España vacía (Turner) de Sergio del Molino.
Breviario de saberes inútiles (Acantilado). Cuenta Simon Leys que cuando era un joven estudiante tuvo la suerte de acudir a una peculiar escuela en Hong Kong. Uno de sus condiscípulos, calígrafo y grabador, la bautizó como «Escuela de la inutilidad», y en ella pasó Leys unos «años intensos y gozosos, en los que aprender y vivir eran lo mismo». Sólo más tarde descubriría el escritor belga que, puesto que el saber más ocioso constituye el fundamento de los valores esenciales de nuestra humanidad, a esos años debía lo más decisivo de su formación. Esta antología de ensayos reúne toda la sabiduría «inútil» que acumuló a lo largo de su vida: en ella se dan cita personajes, imaginarios o reales, tan diversos como don Quijote y el inspector Maigret, Confucio y Mao Zedong, o Magallanes y los náufragos de las remotas islas Auckland. Todos ellos atestiguan la espléndida travesía intelectual del lector voraz que fue Leys, conocedor privilegiado de la literatura occidental y la cultura china. Traducción: José Manuel Álvarez-Flórez y José Ramón Monreal
50 viñetas que cambiaron el mundo (Ariel) de Roberto Fandiño Pérez. Sinopsis de 50 viñetas que cambiaron el mundo. Desde la Revolución Francesa hasta el ataque a las Torres Gemelas, 50 viñetas que agitaron las conciencias, impulsando cambios y revoluciones políticas.
Décadas e incluso siglos antes de la aparición de las redes sociales, el humor gráfico fue un rescoldo de libertad que satirizó el orden político y que agitó las conciencias como muy pocos lograban hacer. La caricatura se convirtió entonces en una fórmula eficaz para movilizar a la población e inclinar la balanza ideológica, de forma que se llevaran a cabo cambios que antes nunca se hubieran planteado. La caricatura fue un importante impulso para que a Luis xvi le cortaran la cabeza, para que Estados Unidos entrara a combatir contra los nazis, para que se acabara con el esclavismo o incluso para que España entrara en la democracia.
Esta obra explica de forma amena algunos de los episodios más notables de la Historia contemporánea a través de la visión que de ellos nos ofrecen las afiladas plumas de los caricaturistas que los vivieron.
Historia del cine (Anagrama) de Román Gubern. Esta Historia del cine de Román Gubern, aparecida en 1969, ha sido traducida y repetidamente editada, en versiones sucesivamente revisadas, convirtiéndose en un clásico, utilizado como texto docente en muchas universidades, como obra de consulta o como relato ameno de la historia del nacimiento de un nuevo arte y medio de comunicación que se ha convertido en un lenguaje artístico novedoso, un imaginario colectivo, un moldeador de costumbres sociales, un medio de propaganda ideológica y una forma de entretenimiento masivo. En ella se describe la historia de un espectáculo popular que nació como una derivación de la instantánea fotográfica, creció en barracas de feria o espectáculos de music hall y llegó a convertirse en fábrica de sueños en templos de mármol y suntuosos cortinajes, para recluirse luego en minisalas, pantallas de televisión o soportes informáticos. El libro describe tanto su evolución estética como su evolución técnica y sus implicaciones socioeconómicas e ideológicas. Agente activo de propaganda política, supo entablar un fructífero diálogo con los movimientos de vanguardia del siglo XX e inscribirse en las revoluciones estéticas e intelectuales desarrolladas a lo largo de más de un siglo. Pero de su cantera imaginativa surgieron también historias de aventuras en parajes exóticos, dramas amorosos, sátiras del poder político o económico, gestas heroicas y tenebrosas intrigas criminales. Por no mencionar sus arquetipos de atractivo erótico y sus modelos de seducción, que influirían en los gustos de las masas.
Muerte de un silencio (Periférica) de Clémence Boulouque. El 11 de septiembre de 2001 dos aviones se estrellan contra las Torres Gemelas, en Nueva York, y Clémence Boulouque se encuentra no muy lejos de allí. Ese atentado terrorista le hace recordar las bombas que estallaron en París cuando era niña: en la oficina de correos del Ayuntamiento, en el supermercado Casino de la zona de Défense y en el pub Renault, en la prefectura de la policía y delante de los almacenes Tati, en la rue de Rennes…
Ese atentado terrorista le hace recordar aquellos otros muertos. «Un joven juez parisino se hizo cargo de aquellos casos. Yo llevo su apellido y su duelo», escribe Boulouque. Su padre, uno de los jueces más mediáticos de la historia de Francia, se ocupó de aquellos expedientes del terrorismo islamista durante algunos intensísimos y difíciles años y, poco después, se suicidó una noche cuando ya no pudo soportar más la insidia o las acusaciones de algunos miembros del sistema judicial francés, la controversia política, la presión de los medios de comunicación. «Un héroe cansado», dijo alguien sobre él años después. Se disparó con el arma que la propia Clémence había tenido un día en sus manos. Se disparó una noche, a pocos metros de las habitaciones de su hijo y de su hija, cerca de su esposa. Estremecedora, emocionante y, a la vez, llena de consuelo, he aquí una primera novela fundamental, que cosechó críticas entusiastas en su país.
En mano de las furias (Lumen) de Lauren Groff. Un hombre y una mujer caminan muy juntos por la playa. Hace frío, pero no importa. De repente se esconden detrás de unas dunas para celebrar su primer acto de amor carnal. Él es Lotto, ella es Mathilde, los dos tienen veintidós años y acaban de casarse, aunque solo llevan unos quince días juntos y saben muy poco el uno del otro. El hilo de sangre que mancha los muslos de Mathilde sella esta entrega que parece absoluta y exclusiva, y así será durante más de veinte años.
Lotto y Mathilde se convierten en la pareja casi perfecta; basta una mirada para que se entiendan, un gesto cómplice para que los dos dejen una sala abarrotada de gente y aprovechen cualquier rincón para amarse. Lotto se dedica a escribir obras de teatro al hilo de su pasión por Shakespeare y Mathilde se convierte en la esposa ideal, que es musa, empresaria y ama de casa. Bien…
Bien, hasta que de repente el destino se impone. Es entonces cuando descubrimos que el matrimonio, bien mirado, es una larga conversación, y que en esta charla caben huecos, omisiones, palabras sueltas que pueden ser mentiras piadosas o alfileres. «Una novela descarada y ambiciosa con inconfundibles destellos de brillantez.» The New York Times