La nueva película del director Jeremy Saulnier (Blue Ruin), protagonizada por Patrick Stewart y Anton Yelchin.
El director, Saulnier, natural de Alexandria, Virginia, creció viendo películas de monstruos de serie b el patio trasero de sus padres. Así que su toma de decisiones a la hora de hacer películas no es aleatoria: «Podría tratar de hacer mi primera película de estudio, o volver a hacer una película para todos mis amigos incondicionales. Le he dedicado la película a ellos». El argumento, que transcurre en apenas alrededor de 16 horas, se centra en un grupo de punk, the Ain’t Rights (Anton Yelchin, Alia Shawkat, Joe Cole, Callum Turner) que es testigo de un hecho que lo sitúa en el punto de mira de una aterradora pandilla de skinheads…
La elección de una banda punk como protagonista no es casualidad. Saulnier estuvo al frente de una de ellas, No turn on Fred, a principios de los 90´s. Así que está en su salsa cuando describe a los personajes. Unas «víctimas», por cierto, que se salen del tópico habitual del género. Saulnier recupera así el tan políticamente incorrecto cine de explotación de los 70´s. The Guardian se admira de «la capacidad de Saulnier de escoger un camino trillado y llenarlo de sorpresas espeluznantes». También hay referencias al slasher y a directores inevitables del subgénero. Así, para Slate Green Room «ha demostrado ser una carta de amor exquisitamente elaborada para John Carpenter, en un amasijo de terror poco común que presta atención tanto a villanos como a víctimas». Village Voice describe Green Room como «una máquina de tortura cinematográfica manufacturada impecablemente».
