Festival Cine Sitges 2006
No solo del Fantástico se vive en Sitges. El Festival Internacional de Cine de Sitges llegó este año a su 39ª edición. Directores de renombre como Paul Verhoeven, John Carpenter, Guillermo del Toro, Joe Dante o Michel Gondry presentaron sus nuevos trabajos bajo una gran expectación.
El laberinto del fauno
La primera jornada se abrió con la película de Guillermo del Toro (Hellboy, 2004). Se trata de una producción mexicana y española, que representará a México en los Oscars, y con la participación de Sergi López, Maribel Verdú, Ariadna Gil e Ivana Baquero.
Ariadna, Ivana, Guillermo y Sergi en la rueda de prensa. Foto: Sergi Serrano
Está ambientada en dos mundos muy distintos: la España franquista y un mundo de fantasía, que sirve de vía de escape de la cruda realidad que le ha tocado vivir a Ofelia (Ivana Baquero, Frágiles), la joven protagonista, que vive un cuento de hadas oscuro y sutilmente violento. Deberá superar tres pruebas si quiere entrar en el mundo de fantasía. Mientras, en el mundo real, tendrá que lidiar con su padrastro, el general Vidal (Sergi López, Sólo mía), y la enfermedad de su madre (Ariadna Gil, Lágrimas negras).
El Laberinto del Fauno, de Gillermo del Toro.
Un trabajo influenciado por dos de las pasiones de Del Toro: el cómic y el cine de terror. El film no va dirigido a un público infantil, como posiblemente se prevé, ni tampoco es una película de fantasía épica, sino que se trata de un cuento para adultos con estética de terror. Destacamos el sutil montaje y una puesta en escena efectiva y original. Con unos efectos visuales muy atractivos, como la caracterización del fauno y los monstruos que aparecen. Y en cuanto al reparto, cada uno de los actores y actrices brillan con luz propia, pero acentuamos el trabajo del actor catalán Sergi López.
Broken
Broken, de Adam Mason y Simon Boyes.
Pésimo film de survival-horror, firmado por Adam Mason y Simon Boyes, con un impactante inicio gore que bordea lo absurdo y que se nos vuelve a mostrar minutos después. La cinta contiene numerosos errores de iluminación y algún que otro pixelado imperdonable. Las “actuaciones” rozan lo cómico y dan la sensación de que nos estén tomando el pelo. ¿Dónde estaba el director de fotografía? ¿Y el script? La peor cinta exhibida en el festival.
La science des rêves
Nuevo largometraje de Michel Gondry (Human nature, Olvídate de mí), director más conocido por su larga y exitosa trayectoria en el mundo del videoclip. Protagonizado por la última sensación mexicana, Gael García Bernal (Amores perros, Diarios de motocicleta), y por la francesa Charlotte Gainsbourg (21 gramos).
La science des rêves, de Michel Gondry.
Stéphane vuelve a París después de la muerte de su padre en México, con la idea de trabajar como artista gráfico. Mientras tanto, la mente del joven se debate continuamente entre la realidad y su mundo imaginario. Con Stéphanie, su nueva vecina, inicia una extraña relación que se abrirá paso en un onírico universo de cartón, celofán y algodón.
La estética naif y handmade tan característica de los videoclips de Gondry se ve reflejada en el mundo creado por Stéphane. Por oro lado, el realizador también firma el guión, donde seguimos viendo su inquietud por el pensamiento humano. Mientras que en Olvídate de mí se centraba en la manipulación de la memoria, en La science des rêves juega con distintas percepciones de la realidad, mezclándolas y confundiendo al espectador continuamente. Gondry nos contagia una sonrisa, provocada por la idiosincrasia dispar de los distintos personajes. Al salir de la sala nos embargó tal emoción que fuimos incapaces de articular palabra. Larga vida a Gondry…
Homecoming + Cigarette burns
Masters of horror es una serie de trece episodios creada por el realizador Mick Garris para la cadena de televisión Showtime. Su peculiaridad reside en que cada capítulo es dirigido por un prestigioso director del género.
Homecoming, de Joe Dante.
En Sitges pudimos ver dos de estos trece episodios. Homecoming, de Joe Dante (Gremlins), nos cuenta de una manera muy peculiar la historia de unos soldados fallecidos en la guerra de Iraq que vuelven a la vida para votar e impedir la reelección del actual presidente. Cargar contra la política exterior de los Estados Unidos es un claro ejemplo de lo que podemos encontrar en este delirante episodio, con zombies creados por el director artístico de Batman, Sam Hamm, y con la participación de Jon Tenney y Thea Gill en los papeles principales.
Cigarette Burns, de John Carpenter.
Cigarette burns pertenece al prestigioso director John Carpenter (Ghosts of Mars, The thing), que esta vez tuvo que adaptarse a un presupuesto limitado y a diez días de rodaje. La historia la protagoniza el dueño de una pequeña sala de cine que se dedica a recuperar películas por encargo. Su nueva misión se llama «Le fin absolue du monde», cinta que desató una violencia homicida entre los espectadores tras su proyección en el Festival de Sitges de 1971 y que luego desapareció misteriosamente. Cuenta con un inicio sangriento -la decapitación de una taxista- que nos mete de lleno dentro del género, y nos reserva un final lleno de sange, violencia y vísceras al más puro estilo Carpenter.
La caja Kovak
David Norton (Timothy Hutton, Beautiful Girls), un escritor norteamericano de novelas de ciencia-ficción, es invitado a Mallorca para dar una conferencia. Allí, su pareja se suicida tras recibir una extraña llamada en la que se escucha la canción Gloomy sunday. Nada tiene sentido tampoco para Silvia (Lucia Jiménez, Los dos lados de la cama), que al recibir la misma llamada intenta suicidarse. La chica no recuerda qué le pasó, pero está segura de algo: nunca ha tenido intención de quitarse la vida. El escritor y Silvia intentan salir de la isla pero no lo consiguen. Así empieza su búsqueda para encontrar la verdad.
La Caja Kovac, de Daniel Monón.
La caja Kovak es un film de Daniel Monzón (El corazón del guerrero, El robo más grande jamás contado). Nos encontramos ante una clásica película de misterio, donde los protagonistas arriesgarán sus vidas para resolver los distintos enigmas. Una producción española (Telecinco), cuya realización no está nada mal, aunque encontramos varios puntos débiles. En primer lugar, una constante falta de ritmo; en segundo lugar, una ausencia total de momentos álgidos (o en todo caso desaprovechados), lo que hace que el largometraje se quede en un simple aprobado, gracias, en parte, a la sublime interpretación del gran David Kelly (Charlie y la fábrica de chocolate, Despertando a Ned).
Storm
Un joven periodista de tendencias sociópatas se ve involucrado en una peligrosa y frenética aventura tras recibir una misteriosa caja metálica.
Storm es un thriller de ciencia-ficción creado en Suecia por los jóvenes realizadores Måns Mårlind y Björn Stein, bajo la influencia de los videojuegos, los cómics y el universo Matrix. Es más, ellos mismos declararon haberse empapado de films españoles como Abre los ojos, Tesis o Los sin nombre. De hecho, a lo largo de la película encontramos algunas escenas basadas en estas películas.
Storm, de Måns Mårlind y Björn Stein.
Los directores se atrevieron incluso a compararse con David Lynch, al querer crear un final de película sobre el que los espectadores tuvieran la necesidad de hablar nada más salir de la sala, compartiendo la experiencia de haber visionado la cinta. Su look, influenciado en buena medida por Matrix y El quinto elemento, resulta atractivo pero poco novedoso. La historia tiene buenos momentos, pero no consigue en su globalidad ser interesante. Aunque hay que elogiar un buen montaje que, al ser todo el film una persecución constante, consigue que no baje el ritmo. También hay que destacar su buena banda sonora. Pero no aporta nada nuevo.
Captivity
Jennifer (Elisha Cuthbert) es una celebridad de la moda que sufre un secuestro. Pronto descubrirá que no es la única, ya que en la habitación adyacente descubre a otro secuestrado. Con el tiempo los dos protagonistas entablarán una curiosa relación. Paralelamente, los dos detectives que se encargan del caso intentarán descubrir el paradero de la modelo.
Captivity
Con un buen inicio y una buena ambientación, Captivity nos recuerda en muchos momentos a Saw, aunque sin tanta violencia. Pero una vez llegamos al ecuador, la historia resulta poco creíble y demasiado previsible. Elisha Cuthbert nos muestra una de sus mejores interpretaciones pero sigue sabiendo a poco. La investigación de los policías es absurda, con poca lógica y totalmente innecesaria. Por tanto, tenemos ante nosotros un intento fallido, que posiblemente sea del agrado de jóvenes adolescentes descerebrados, pero que a nosotros no nos ha convencido para nada.
Requiem (El exorcismo de Micaela)
Requiem empieza en una pequeña ciudad del sur de Alemania, en los años 70. Micaela (Sandra Hüller), una chica de 21 años, se ha criado en una familia profundamente religiosa, con un padre cariñoso pero débil y una madre fría y distante. Micaela es epiléptica pero, aun así, desea fervientemente salir de su casa para ir a la universidad. Una vez allí, saborea la libertad por primera vez. Su reciente amistad con Hannah (Anna Blomeier) y el amor de Stefan (Nicholas Reinke) menguarán la fe de Micaela.
Requiem, de Hans-Christian Schmid.
Sandra Hüller recibió un más que merecido Oso de Plata en la Berlinale 2006 por su gran actuación en esta película. El director, Hans-Christian Schmid, recibió el Oso de Plata en tres ocasiones por los films antecesores de Requiem: 23 (1998), Crazy (2000) y Distant lights (2004).
El año pasado pudimos ver en Sitges El exorcismo de Emily Rose. Requiem se basa en los mismos hechos, aunque en este caso no se pretende relatar los acontecimientos reales, sino que se adaptan los hechos creando personajes únicos y característicos, que cambian y nos cambian el punto de vista a lo largo de la película. No se trata de un simple exorcismo sino de la pérdida de fe, de las relaciones entre padres e hijos, de la negación de la realidad, del aislamiento del mundo, etc.
Renaissance
Renaissance es un thriller de ciencia-ficción que nos sitúa en el París futurista del año 2054. Un incorruptible y tenaz policía se ve obligado a descender a las alcantarillas de la ciudad para resolver el secuestro de una joven científica que trabaja para la poderosa corporación Avalon.
Renaissance, de Christian Volkman.
Su director, Christian Volkman, estuvo nominado en los Oscars de 1999 por Maaz, cuyo interés residía en la utilización de las nuevas tecnologías aplicadas a la narración cinematográfica. Este año, precisamente con Renaissance, ganó el premio a la mejor película en el Festival D’Annecy, prestigioso certamen de animación.
Sin lugar a dudas, lo más interesante de la película es el apartado visual, gracias al cual se consigue crear un film noir retrofuturista mediante la captura de movimiento y un blanco y negro muy contrastado, al más puro estilo Sin City, y con claras referencias a Blade runner o Metropolis. Sin duda, una experiencia visual altamente recomendable para todos los aficionados a la ciencia-ficción.
Unknow
Cinco hombres se encuentran encerrados en un almacén sin recordar absolutamente nada. Pasados unos instantes descubrirán que se trata de un secuestro, aunque no saben quién es el secuestrador y quiénes los secuestrados. Lo único que saben es que alguien se dirige hacia allí con la intención de eliminar a los rehenes, sean quienes sean.
Unknow, de Simon Brand.
El debutante Simon Brand nos ofrece un thriller psicológico (por decir algo), con un inicio atrayente, pero tras el cual el resto de la historia carece de interés, sin ningún atractivo argumental y con malogrados intentos de secuencias emotivas. El punto fuerte, que hará que el film garantice un cierto éxito en taquilla, es sin duda alguna su reparto, encabezado por Jim Caviezel (La delgada línea roja), Joe Pantoliano (Matrix), Jeremy Sisto (A dos metros bajo tierra), Peter Stormare (Fargo) y Greg Kinnear (Mejor… imposible). Todo un lujo.
Black book
Blackbook, de Paul Verhoeven.
En Holanda, al final del verano de 1944, una joven judía se esconde de los nazis. La reunión con su familia durará poco, pues un encuentro con las tropas alemanas se resolverá con una terrible masacre a la que sólo ella sobrevivirá. Convertida en miembro activo de la resistencia, recibirá la misión de infiltrarse en el Servicio de seguridad alemán e intimar con el jefe de la Gestapo.
Paul Verhoeven en el Photocall. Foto: Sergi Serrano
Black book puede presumir de tener verdaderos taquillazos a su espalda. Paul Verhoeven (Robocop, Desafío total, Instinto básico) vuelve a su país de origen para explicar los sucesos ocurridos durante la Segunda Guerra Mundial. El director ha tenido libertad absoluta a la hora de realizar este film, prescindiendo de estrellas americanas. La película ha sido rodada en las diferentes lenguas maternas de cada personaje, incluyendo el alemán, el holandés y el inglés. Destacamos la actuación de Carice Van Houten en el papel principal y de la que el director ha quedado enamorado. El mismo Paul Verhoeven recibió el Gran Premio Honorífico del Festival de Sitges 06. Hacía mucho tiempo que no rodaba en Europa y con este denso relato bélico puede presumir ya de todo un clásico.
Time
Seh-hee (Sung Hyun-ah, Woman is the future of man) y Ji-woo (Ha Jung-woo, The unforgiven) llevan juntos dos años, pero Seh-hee empieza a sentirse ansiosa y preocupada, y teme que Ji-woo pueda cansarse de ella. Por eso, continuamente está observando a Ji-woo para que no se acerque a ninguna chica. Un día Ji-woo no logra hacer el amor con ella, y sólo lo consigue cuando See-hee le propone que se imagine que está con otra mujer. A partir de ese momento, Seh-hee se obsesionará hasta tal punto con su rostro que acabará cambiando el suyo propio por completo, presentádose ante Ji-woo totalmente distinta, pero sin decirle quién es. Esta nueva situación provocará un debate en Ji-woo: mantener el recuerdo de Seh-hee o enamorarse de la chica que acaba de conocer.
Time, de Kim Ki-duk.
Tras año y medio desde su última película (El arco), el director surcoreano Kim Ki-duk (Hierro 3, Primavera, verano, otoño, invierno… y primavera) estrena su decimotercera película, Time, que sigue la misma premisa que le ha hecho famoso: un guión de lo más duro, con lecciones muy fuertes, casi religiosas, con las que se pretende aleccionar a los personajes, al más puro estilo de la tragedia griega, aunque sus historias llegan a ser tan retorcidas que uno no sabe cómo terminarán.
Un film de ritmo lento y pausado, con una dirección muy sutil, tanto que a veces pasa desapercibida, y unas localizaciones etéreas que contrastan con el temperamento de los personajes. Un poema a las relaciones tortuosas y una mirada a la estetización de la sociedad.
Exiled
Dos asesinos a sueldo, llegados a Macau para ejecutar a un colega que pretende empezar una nueva vida, se enfrentarán a un dilema cuando otros dos antiguos socios intenten trastocar su misión. Tras abrirse una negociación entre ambos grupos, aparecerá un quinto asesino que pondrá en peligro la incipiente tregua.
Exiled, de Johnnie To.
Homenajeado y doblemente premiado en la pasada edición del festival (donde pudimos ver cómo recibía el premio «Màquina del temps» de manos de Quentin Tarantino), Johnnie To presentaba en Sitges dos de sus últimos trabajos. En el primero de ellos, Exiled, el director ha podido contar con prácticamente el mismo equipo técnico y artístico de The mission, pudiendo así crear una secuela. Seis años después, cronológicamente hablando, retomamos la historia de estos cinco asesinos. Anthony Wong (Infernal affairs), Francis Ng, Suet Lam, Roy Cheung, Richie Ren, Nick Cheung y Josie Ho forman el elenco de actores.
La majestuosidad con la que Johnnie To, perfeccionista y amante del cine negro moderno, dirige todos sus filmes queda reflejada en esta cinta. Un aspecto que nos ha llamado mucho la atención es la relación entre los personajes, esa nobleza y camaradería entre los criminales. Visualmente, en la película se hacen, en varios momentos, pequeños homenajes a Sergio Leone. Esa mezcla entre western, cine de gánsters y tarantinianas y caóticas escenas es lo que más gusta. Con un ritmo muy acertado, To nos lleva de la mano a lo largo del film por situaciones inesperadas y que provocan la reacción del espectador.
Election 2
La tríada Wo Shing se enfrenta a un nuevo periodo de elecciones. Lok, que se hizo con el poder hace dos años tras violentas disputas, hará todo lo posible por deshacerse de sus competidores, entre los que destaca el joven Jimmy, otro miembro de la tríada que ve peligrar su negocio si no acepta entrar en el juego.
Segundo film de Johnnie To presentado en Sitges. ¿Qué nos espera en esta continuación de Election? Si en la primera parte nos encontrábamos con la pugna entre dos poderosos hombres por alcanzar el poder, en esta segunda parte vemos cómo el presidente Lok intenta revalidar por dos años más la presidencia. Una postura que los demás candidatos no ven con buenos ojos.
Electrion 2, de Johnnie To.
La cinta, de nuevo impecable, nos muestra cómo los diferentes personajes intentarán alcanzar el poder, sea cual sea el camino que deban llevar. Destacamos la caracterización del personaje de Jimmy, interpretado por Louis Koo. El ritmo de la cinta es similar al de la primera parte. En algunos momentos se hace lento, pero sorprende al espectador con las diferentes reacciones de los personajes. Una vez más, Johnnie To nos ofrece una gran película, llena de los ingredientes de siempre, pero con ese toque secreto que tanto le separa del resto. Es su Padrino particular. ¿Podremos disfrutar de esa tercera parte?
Moscow zero
Coproducción inglesa y rusa dirigida por Luna (seudónimo de María Lidón: Náufragos, Yo, puta). Como punto fuerte cuenta con las actuaciones de Vincent Gallo, Joaquín de Almeida y Val Kilmer. Ninguna de ellas destacable o, ni por asomo, interesantes.
Moscow zero, de Luna.
El antropólogo ruso Sergei Karpov (Rade Serbedzija) investiga la sociedad marginal que habita el submundo de Moscow. Pero un día desaparece sin dejar rastro. Owen (Vincent Gallo), un americano amigo íntimo del antropólogo, decide ir en su busca. Así, Owen se adentrará en un oscuro mundo donde habitan seres sobrenaturales, más cercanos a los demonios que a los humanos.
Como decimos, su «punto fuerte» son los actores (y aun así es un punto muy, pero que muy discutible), pues en general la película se hace muy aburrida. Argumento pobre y realización increíblemente mala. Además, parece que el montador acabara de descubrir las cortinillas siguiendo el movimiento de un personaje, porque llegan a aparecer hasta en la sopa. La iluminación no mejora la película, aunque tenemos que reconocer que no era tarea fácil. Asombrosamente, en unos túneles donde no penetra la luz (y lo dejan bien claro a lo largo de la película), hay rayos de luz a montones y de todos los colores. No llega a ser como Broken (anteriormente comentada), pero se le acerca.
Los abandonados
Nuevo trabajo de Nacho Cerda, director de Aftermath (1994), uno de los cortos más siniestros y macabros del cine español. Ahora nos presenta a Marie (Anastasia Hille: The hole, RKO 281), que está dispuesta a indagar en su pasado volviendo a una vieja granja de la Rusia rural que acaba de heredar de una madre a la que nunca conoció y que ha muerto en extrañas circunstancias. Marie queda aislada en una siniestra y extraña casa abandonada que la llevará al borde de la locura. Allí conocerá a su supuesto hermano Nikolai (Karel Roden: Hellboy, La prueba del crimen). Los dos descubrirán unos inquietantes dobles de ellos mismos, que aparecen por la casa y alrededores, y que los seguirán e intentarán matar continuamente. Deberán descubrir qué secretos guarda el pasado de su familia, qué pasó en esa casa y por qué no hay forma de abandonarla.
Los abandonados, de Nacho Cerda.
No hay mucho que decir de esta cinta. Para definirla un poco, es un largometraje que está bien, pero que se queda en eso. No despierta ningún interés, aunque lo intenta; quiere buscar una resolución rompedora pero se queda en nada, pues de donde no hay no se puede sacar. El argumento se va volviendo a cada minuto menos atractivo. Eso sí, una de las secuencias finales, cuando empiezan a descubrir todo lo que les ocurre, es digna de elogio. Se trata de una vuelta al pasado y, aunque sí, ya lo hemos visto otras veces, visualmente es de lo más atractivo; es la escena que vende la película.
Hijos de los hombres
Hijos de los hombres es la nueva película del director mexicano Alfonso Cuarón. Y, sin lugar a dudas, la mejor hasta el momento. El film está ambientado en un futuro cercano, donde las mujeres han quedado estériles y la humanidad es incapaz de procrear. En 18 años no ha nacido ni un solo niño. Así, la sociedad ha entrado en un proceso de autodestrucción. Inglaterra sobrevive a base de represión política y social, y los grupos creados clandestinamente para oponerse al régimen establecido aprovechan cualquier ocasión para atacar a la sociedad. El gobierno no se queda corto reprimiendo dichos ataques para frenar el problema de la inmigración masiva.
Hijos de los hombres, de Alfonso Cuarón.
Todo cambia cuando una joven queda embarazada, representando un rayo de esperanza para la salvación de los hombres. Los diferentes grupos políticos entrarán en disputa por la posesión de Kee (Claire-Hope Ashitey) y su bebé. Theodore (Clive Owen: Closer, Plan oculto) ayudará a Kee a llegar al Proyecto Humano, un conjunto de científicos y pensadores que luchan para salvaguardar la humanidad.
Cuarón ha conseguido una bellísima e impecable realización, repleta de largos y trabajadísimos planos-secuencia, para mostrarnos una impresionante puesta en escena de un futuro sin esperanza. Si a esto le sumamos las acertadísimas interpretaciones de Julianne Moore (Hannibal, Las horas), Michael Caine (El americano impasible, Batman begins) o Clive Owen, nos encontramos con una de las películas del año. A lo largo de la cinta se nos puso la carne de gallina en más de una ocasión y, al terminar la proyección, el público prorrumpió en aplausos. Este film va derecho hacia los Oscars.
Minotaur
Más una TV movie que otra cosa, Minotaur al menos da el pego. Tiene algún que otro mérito; pocos, pero alguno tiene. Jonathan English es el director del film en cuestión, su segundo trabajo después de Nailing Vienna (2002). Tom Hardy, al que veremos próximamente en Maria Antonieta, es el protagonista de la historia. Pero, seguramente, lo que atrajo a más público en Sitges fue el nombre de Rutger Hauer (sí, el actor de Blade runner o Lady Halcón).
Minotaur, de Jonathan English.
La trama gira alrededor de un chico de una aldea del Peloponeso. Dicha aldea sufre una maldición: cada cinco años deben enviar un grupo de jóvenes para ser entregados ante el Minotauro («the bull» lo llaman). Bien, esto no deja de ser una muy mala interpretación de la historia mitológica de Teseo y el Minotauro. Primero, porque de minotauro tiene bien poco, más bien es un enorme toro con mala leche. Segundo, porque al final se les va la pinza a la hora de resolver toda la película. Y finalmente, porque sobran personajes que no pintan nada, que sólo pretenden «conmover» y que desde un principio ya sabes como acabarán.
Lo mejor de la película: el toro, aunque va a ratos. Hay momentos en que está realmente bien animado y otros en que parece un monigote de tela (que seguramente lo es). Película recomendada para ver un sábado por la tarde mientras uno duerme la siesta.
Princess
Princess se podría considerar una buena propuesta de cine de animación. Anders Morgenthaler mezcla la animación y el dibujo que lo han hecho famoso en Europa con imagen real. La historia comienza cuando muere la hermana del padre August y éste tiene que acoger a su hija Mia. Christina (la hermana de August), más conocida como Princess, era actriz porno, y llegó hasta la cima del cine X para después ir decayendo hasta morir a los 32 años por sobredosis. August iniciará entonces su venganza contra todos los que ayudaron a su hermana a entrar en el porno para, así, limpiar su nombre. Toda esta masacre la hará con la ayuda de la pequeña Mia.
Princess, de Anders Morgenthaler.
A lo largo de la película, tanto August como Mia irán visionando vídeos caseros de Christina. Todos estos vídeos están grabados en imagen real y el resto de la película es animación. Esta mezcla inversa a lo tradicional (aquí el mundo real es animado y la TV es imagen real) resulta curiosa y funciona correctamente. La historia se convierte en una especie de «Kill Charlie»: masacres continuas, sangre, sexo, porno y religión. Aunque en general a la historia le hace falta un poco de ritmo, el final lo soluciona bastante bien. Como en todas las películas de animación, el film se vuelve más interesante si el dibujo es del agrado del espectador. Y aunque esto ya sea cuestión de gustos, debo decir que éste es un poco rudo y cuesta digerir. Lo mejor de todo son los backgrounds, que dotan a la película de una belleza que el dibujo no tiene.
The fountain
Darren Aronofsky en el Photocall. Foto: Sergi Serrano
Darren Aronofsky es un nombre que, seguramente, nadie desconoce. Declarado como joven promesa con su impresionante debut Pi (1998), y establecido como director de culto para muchos con Réquiem por un sueño (2000), nos trae, seis años después, La fuente de la vida (The fountain, 2006). En esta ocasión Aronofsky se aleja del hiperrealismo dramático de sus anteriores dos obras y se adentra en el mundo de la ciencia ficción, visto de una forma muy poética y visualmente impactante y mágica. El director ha contado con las actuaciones de Hugh «Lobezno» Jackman (esta vez han esquilado bien al lobo) y de la ganadora del Oscar Rachel Weisz (El jardinero fiel, 2005).
The Fountain, de Darren Aronofsky.
¿De qué va la película? Esto es lo que muchos nos preguntábamos cuando salimos de la sesión. Simplificando: se trata de la odisea de un hombre y su lucha a través del tiempo para salvar a la mujer que ama. Su objetivo es encontrar el árbol que otorga la vida eterna a todo aquél que bebe su sabia. Ahora bien, mejor leemos entre líneas. Al día siguiente de ver la cinta tuvimos la suerte de asistir a la clase magistral de Alejandro Jodorowski y, para aclarar un poco The fountain, utilizaré su explicación. Jodorowski dividió los viajes en dos clases diferentes: un viaje horizontal y un viaje vertical. El viaje horizontal es aquél en el que un hombre se desplaza para conseguir su objetivo. El viaje vertical es aquél que realiza todo ser para conseguir la autocomprensión, iluminación, etc. Se trata de una reflexión interior. De eso va The fountain. No intentéis buscar una lógica entre las tres historias que narra Aronofsky. Mirad la película e interpretadla como un viaje introspectivo.
Con solo un visionado no podemos añadir mucho más, pues se trata de una cinta que necesitaría ser vista dos veces para comprenderla en su totalidad, o al menos más profundamente. Ahora bien, visualmente es una obra de arte. ¡Qué imágenes más bellas! Nos quedamos enamoradísimos del hermoso árbol, del mundo del futuro y de las luces doradas que envuelven todo el film. Sólo para ver uno de sus fotogramas ya vale la pena ir al cine. No os la perdáis, seguro que dará muchísimo que hablar.
Scoop
Al fin llega lo nuevo de Woody Allen, Scoop, una cinta llena de buenos momentos al más puro estilo del humor de Allen, maestro de la comedia, que abandona ahora el drama que adoptó en Match point y que tan buen resultado le dio. Aunque repite actriz (y quién no). Últimamente, Scarlett Johanson está hasta en la sopa. Eso sí, tenemos que decir que clava el papel de estudiante aspirante a periodista. Medio inocente, pero con un atractivo y destacable físico.
Scoop, de Woddy Allen.
Si podéis ir a ver la película en versión original, mejor que mejor, pues podréis disfrutar del magnífico acento de Lord inglés que nos regala el actor australiano Hugh Jackman, encarnando al supuesto «asesino del tarot» que mata jóvenes en Londres. Woody Allen interpreta a un peculiar mago que, involuntariamente, invocará el espíritu de un periodista muerto que le incitará, juntamente con la joven periodista, a investigar al hijo de uno de los Lords de Londres más conocidos. Film muy entretenido y divertido. Salimos de la proyección con una sonrisa de oreja a oreja y comentando los buenos momentos de la película, que tiene muchos.