Blurred lines es un plagio de Got to give it up de Marvin Gaye
No lo decimos nosotros.Un tribunal federal de Los Ángeles condenó este martes al cantante Robin Thicke y al productor Pharrell Williams a pagar 7,4 millones de dólares a los hijos de Marvin Gaye por plagio.
Puede que no haya sido una violación intencional y planificada del copyright, pero un jurado ha encontrado que Robin Thicke y Pharrell copiaron los principales elementos de la canción de Marvin Gaye Got To Give It Up.
El jurado considera que la canción Blurred lines, uno de los mayores éxitos musicales de 2013, fue una copia del éxito Got to give it up, grabado por la leyenda del soul en 1977. La sentencia exculpa a la compañía de discos.
El jurado valora en 4 millones en daños y perjuicios de derecho de autor más los beneficios que se dividieron en 1,8 millones de dólares para Thicke y 1.6 millones para Pharrell.
El abogado de Thicke y Pharrell trató de convencer al jurado de que, a pesar de que Frankie y Nona Gaye eran los dueños del derecho de autor en la música para Got to Give It Up, ese derecho no se extendía a los arreglos, incluida la instrumentación y el ritmo, ni al canto. A su lado Thicke / Pharrell también tenían la ventaja de una decisión anterior de que la grabación sonora de las canciones no se podían juzgar, sino sólo la música escrita.
Thicke tampoco hizo al equipo mucho favor al admitir que había mentido en sus entrevistas con los medios al admitir que había tomado drogas y alcohol para componer la canción.En el juicio, Thicke dijo que en realidad él solo había dado la idea, y que fue Williams quien se puso a experimentar ritmos hasta que tuvo la canción terminada en poco más de una hora.Uno de los abogados de los cantantes argumentó, además, que una decisión a favor de los herederos de Gaye podría tener un efecto negativo en los músicos que tratan de emular a una época o un sonido de otro artista. El abogado de los Gaye utilizó, por otro lado, expertos para contrastar que los diferentes elementos de la música son similares entre las dos canciones.
La canción Blurred lines fue un éxito mundial hace dos años y supuso unos ingresos de 5,6 millones de dólares para Thicke, 5,2 millones para Williams y entre 5 y 6 millones para la compañía de discos, además de 8 millones en beneficios. Ambos autores tendrán que devolver casi el 50% del total de dinero generado por esta canción.