Cada comienzo de verano el sello de Brooklyn Captured Tracks nos trae un nuevo descubrimiento que, a la postre, logra convertirse en una de las bandas sonoras de las largas y sofocantes noches estivales. El sello que nos introdujo a Mac DeMarco y Wild Nothing nunca ha ocultado sus querencias por el Lo-Fi más solvente. Viéndole en directo, hace tiempo parecía imposible poderte tomar en serio comercialmente a Mac DeMarco. Ha bastado que publicase un disco sobresaliente como su segundo, Salad Days, para que recibiese el beneplácito de una crítica que hasta hace poco le miraba de perfil, y de paso situarse en el top 30 de la lista Billboard.
El dúo de New Jersey Joseph Fekete y Raymond Schwab ya era conocido previamente con el nombre de Honeydrum. Pero tras firmar con el sello Captured Tracks ha decidido adoptar otro alias, Donovan Blanc, y, con ello, modelar una versión más madura de toda su obra anterior, con textos más elaborados, sonidos más melancólicos, menos edulcorados y con una buena provisión de agudos ganchos de guitarra. El disco está escrito en tercera persona: Donovan Blanc es, con todo, un personaje imaginario- un acompañante masculino de mujeres que narra sus experiencias y sus inexperiencias a los ojos y voces del dúo.
El debut homónimo de Donovan Blanc goza de una equilibrada munición de canciones pop– en las que sobresalen desde el principio Hungry a long time o Minha menina– que evocan una nostalgia ficticia, que emergen como descoloridas reverberaciones de alguna emisora de radio americana de los 70´s. Ellos ya han anunciado que no es el principio de nada, puesto que a Donovan Blanc no les gusta repetirse: su siguiente trabajo no tendrá nada que ver con éste. ¿Tal vez otro nombre? Les gusta sorprender.
