Airbag – Alto disco
Ramalazos de potente power pop, estribillos punk-rock de la escuela viguesa, surf de Estepona, calificativos todos muy redichos pero que sirven para definir el último trabajo de los malagueños Airbag. Tres tipos que se saben muy bien la lección y que, sin caer en lamentaciones, nos levantan de la cama cada mañana con una sonrisa. Recogiendo todos los clásicos palos para el éxito y pudiendo ser un grupo de masas, sorprende que la banda ya en su cuarto disco siga en la carretera conocido por un reducido grupo de enteradillos, sin salir en la televisión generalista, sin recoger premios de la música junto a Bosé y sin comer algo de la tarta que se merecen.
Además, la evidente cultura musical, la calidez y facilidad de sus letras en castellano, supone un lastre a la hora de convertirse en la última esperanza del indie «qué buenos somos pero nadie nos comprende». Es decir, al poder ser número uno en los Cuarenta, son de nadie, o de unos pocos entre los más auténticos. Estamos pues ante una muestra más de que por mucho que nuestros dirigentes quieran introducir la enseñanza de música en las escuelas, aquí ha habido unos cuantos que han dejado la tierra baldía y sin solución a corto plazo. Supongo que sobran las reflexiones y lo importante es dejarse llevar por sonidos rescatados del 77 y por la alegría que destila Airbag.
En su primera escucha parece que estamos ante los primos chungos de Green Day en el sur de Europa. Otras veces recuerdan a los Nikis menos jocosos o a los Intronautas con buenos coros. Sin embargo, los diez años de carrera a la espalda se notan y ves un espacio propio y cada día más personal. Alto disco (Wild Punk Records, 2008) es un trabajo más relajado, menos punk, pero no por ello menos efervescente. Rápidamente, casi al ritmo acelerado de las canciones, se va cogiendo gusto a unas letras inteligentes y a unas melodías redondas.
Sin duda, hay un punto de inflexión para aupar a Airbag a lo más alto de power pop nacional. Canciones como Comics y posters, o Ahí viene la decepción, nos muestran que la música popular en castellano tiene todavía mucho recorrido. De la primera, decir que se puede colocar como uno de los mejores temas de este año. Su letra retrata la vida y milagros de una generación enganchada, como siempre y como todos, al deseo y la supervivencia. De la segunda, nos quedamos con la estupenda referencia a la campaña de camisetas de H&M y con la crítica directa a todos esos pesados/as roquerillos de fin de semana. «Imaginé que serías perfecta, llevabas camiseta de los Clash», dice Adolfo con desparpajo.
Otra sorpresa de Alto disco está en el gran número de letras con un contenido deliberadamente adolescente. El desamor es tratado con brillantez e ingenio, un guiño cultural marca de la casa. «El invierno había dado la vuelta y, de un verano a otro, te perdí», machaca el estribillo de De un verano a otro. Véanse los versos memorables y cursis de Buscando los regalos de Navidad, por no hablar del retrato de mala pata que se corea en Spoiler, primera canción del álbum.
Entre amores inciertos y ritmos sincopados, los Airbag de Málaga –hay otra banda argentina con el mismo nombre- facturan un cuarto disco repleto de singles que nos traslada a estupendas playas donde disfrutar de un sol permanente, pieles tostadas y coca-colas con mucho hielo y rajita de limón. Hay que disfrutar el momento, llegó el verano y como decían aquellos «In the sun, summer fun».
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