La Térmica es un nuevo espacio cultural de Málaga cuyas propuestas son la creación, el aprendizaje y el ocio desde una perspectiva moderna e innovadora. Situada en el antiguo Centro Cívico, La Térmica cuenta con trece mil metros cuadrados en donde se darán cita conciertos, charlas, talleres o actividades dirigidas a los más pequeños. El proyecto, dirigido por Salomón Castiel, abrió sus puertas el pasado 18 de enero con la inauguración de la exposición Lady Warhol, una obra del fotógrafo Christopher Makos.
El recinto cumplía ayer su primera semana entre nosotros y el balance no puede ser más positivo, ya que por sus instalaciones han pasado Imanol Uribe, Gracia Querejeta y Manuel Gutiérrez Aragón -dentro del taller cinematográfico La puesta en escena-; Jorge Valdano, Manuel Pellegrini y Enric González -en la charla balompédica de Trotters; o Dominique A, este último presentando su disco Vers les lueurs en el Auditorio Edgar Neville.
También se dieron una vuelta por La Térmica el poeta malagueño Alejandro Simón y Christina Rosenvinge para presentar el espectáculo Antagonista. Se trata de un ejercicio lírico en donde los versos de Simón -que el año pasado editó Nódulo Noir, su segundo poemario- son acompañados por puñaladas sonoras de una Rosenvinge que, del mismo modo, permite la intromisión de Simón en muchos de sus temas, siendo La noche del incendio el ejemplo más certero de la unión de ambos. No faltaron Tu sombra, Nadie como tú, Tok tok o una inmensa Canción del Eco que, como no podía ser de otra forma, recibió una de las mayores ovaciones de la noche. Funcionó este Antagonista -de entrada libre hasta completar aforo- que pretende «descolorar géneros» y que únicamente recomendaría a un público con un mínimo de sensibilidad y respeto, conceptos que el pasado viernes alguno olvidó en casa.
