El trayecto imparable de The Black Keys se constata solamente comprobando las dos únicas actuaciones que el dúo ha celebrado en nuestro país: de menos de 1.000 asistentes en la sala Ritmo y Compás en 2004 a los 16.000 (lleno absoluto) en el Palacio de los Deportes de Madrid. Dan Auerbach (voz y guitarra) y Patrick Carney (percusión) actuaron durante hora y media ante un público totalmente receptivo que posiblemente se veía ante una actuación única. «¡Cantad con nosotros!» gritaba Auerbach. Y es que verdaderamente las canciones de The Black Keys incitan a ser recitadas. Parece mentira que sonidos en principio tan poco mayoritarios (en estos días) como el rock y blues clásico que practica el dúo se conviertan en el ingrediente fundamental de una de las actuaciones del año. The Black Keys, por si fuera poco, tienen hits, puede que no en el sentido que hoy se estila, pero sí canciones que son reconocibles por sus fans- y en muchos casos por quienes no lo son- desde los primeros punteos de guitarra. Ahí sonaron, entre otras, Howlin’ for you, Next girl, Same old thing, Ten cen pistol, Tighten up, su actual éxito Lonely boy o Everlasting light.
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