La película triunfadora este año en Sitges, dirigida por Léos Carax, se estrenará en España el 16 de noviembre.
El filme francoalemán fue el gran ganador del Festival de Cine Fantástico de Sitges, premio a la Mejor Película, la Mejor Dirección, el Premio José Luis Guarner de la crítica y el Méliès d’Argent al mejor filme europeo. Holy Motors narra la historia del señor Oscar (Denis Lavant), un hombre que se desplaza en una lujosa limusina blanca por diversos lugares de París y en cada parada interpreta personajes tan distintos entre ellos como un traficante de armas, un padre de familia o un asesino a sueldo. Kylie Minogue y Eva Mendes participan en esta película que reflexiona sobre la condición de actor y rompe barreras entre lo real y lo irreal.
La crítica extranjera ha aplaudido la obra del autor: «Concediéndose atrevidamente a sí mismo licencia para hacer lo que quiera, Leos Carax, con una narrativa desquiciada, bellamente filmada y frecuentemente hilarante, construye Santo Motors, coherente, una excursión coherente y viva a través de obsesiones cinematográficas del autor» (Variety). «Es un regalo para los aficionados al cine disfrutar de esta amplia y libertad estimulante. En Holy Motors nunca se sabe donde Carax te llevará y ni qué es exactamente lo que debes hacer una vez que estás allí…» (New York Times). «Rara y maravillosa, rica y extraña – un ladrido loco, de hecho. Es caprichosa, caleidoscópica, cómicamente negra y bizarra, hay en ella un zumbido de genio, desaliño y de trastorno, fascinante y convincente…» (The Guardian).«Chapoteando en el mismo enloquecido charco de Lynch, pero mucho más divertida, esta historia de un hombre con muchas caras es estimulante, audaz, loca y de crecimiento vertiginoso. Súbete a bordo» (Empire). Sin embargo, la crítica española – desde su estreno en Cannes- está dividida y alguna no está nada de acuerdo con esas apreciaciones: «Infame (…) una de las películas más ridículamente pretenciosas que uno recuerda» (E. Rodríguez Marchante: Diario ABC). «Espantosa (…) Es una sucesión de tonterías sin gracia, los caprichos vacuamente surrealistas de un niño consentido e irritante.» (Carlos Boyero: Diario El País),
