Definitivamente, Kristian Matsson es una de las revelaciones de este año, aunque el músico sueco lleve bastante tiempo en escena. Este 2010 sorprendió a crítica y público -incluso dentro del circuito norteamericano- con un segundo álbum, The wild hunt, que cuenta con excelentes canciones, como Love is all. Dotado de una poderosa voz, que sabe utilizar para acentuar los momentos más intensos de cada canción -como en Tangle in this trampled wheat -, el músico precisa poco más que una guitarra para describir su universo particular.
Con este nuevo EP, Sometimes the blues is just a passing bird, Matsson mantiene ese alto nivel de calidad que evidenció en The wild hunt. Apenas cinco canciones componen esta obra, que recuerda a los primeros discos de Joe Henry –Little river tiene semejanzas con Siren, de su segundo álbum- y sobre todo a quien más se le ha comparado, Bob Dylan, en sus comienzos. Un disco breve, pero una obra nada menor, sin artificios, deslumbrante.
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