M83 – Before the dawn heals us
La misma fórmula ya conocida, pero llevada a extremos a veces exagerados, propone Anthony Gonzales en esta nueva entrega de su proyecto musical M83, esta vez sin Nicolas Fromageau. Esta formación, que nació en el año 2000 en Antibes, Francia, se ha caracterizado en sus dos entregas por mezclar de una forma compacta la música electrónica y ambiental con un pop conmovedor y sencillo, rodeado de guitarras en algunos casos y usando la voz casi como un instrumento más en sus composiciones.
A muchos ha fascinado su opera prima, Dead cities, red seas & lost ghosts, esencialmente por romper con el nefasto arquetipo de grupo nuevo que se limita a engordar la mal llamada música indie. M83 fueron un poco más allá, y ofrecieron un producto inteligente y, sobretodo, esperanzador de cara al futuro musical del siglo XXI. Desgraciadamente mucho no ha durado la alegría, algo que se comprueba al escuchar este Before the dawn heals us, que quizá sorprenda a aquellos que descubren a la banda, pero deja fuera de juego a los que esperábamos algo más. La música atmosférica que nos presentan vuelve a ser crepuscular, a veces oscura, a veces más fresca como en el caso de Don’t save us from the flames, y en determinados momentos profundamente triste como In the cold i’m standing o Safe. Sus puntos más interesantes son los temas anteriormente citados y habría que añadir la perturbadora «*», o la genial Car chase terror!, con un inquietante diálogo entre una madre y su hija bajo un manto de sintetizadores que golpean el corazón. El álbum tiene bastantes altibajos, emerge y naufraga constantemente, seguramente provocado por la insistencia de Anthony de repetir el mismo patrón de antes pero estirándolo a más no poder.
No ha de considerarse éste un mal disco, simplemente un álbum que podría ser más honesto y genuino, ya que en determinados momentos da la impresión de buscar un camino demasiado complicado para ser emocionalmente profundo y eso termina cansando al oyente. Además, es reprobable por su extensión y por cierto vacío de ideas. No es que le sobre tiempo, es que le falta un poco de riqueza.