Julie Doiron + Berg Sans Nipple (Madrid, 13-03-05)
Berg Sans Nipple
Una propuesta sin duda ecléctica y repleta de calidad la que nos tenían reservada para esa noche de domingo. Un contraste tan salvaje como la propuesta acústica de Julie Doiron en solitario frente a la electrónica orgánica y desquiciada de Berg Sans Nipple. Y poco se puede hacer que no sea aplaudir. Para abrir la velada Shane Aspegren y Jerome Lorichon dieron un repaso en profundidad a Form of…, su debut en formato LP del 2003, y su más reciente EP Play the inmutable truth. Dejando un tanto de lado su lado más introspectivo, el dúo afincado en París se dejó llevar, y meció a la audiencia en una orgía sonora de fantástica energía.
Grabando fragmentos en directo que procedían a reproducir como samples, pudimos ver a Aspegren manejando no sólo una variedad demencial de cachivaches eléctricos varios, sino también cajas chinas, trompetas, panderetas, metalófonos o incluso un instrumento de percusión que era poco menos que una cacerola. Pero su compañero Lorichon no se quedaba corto. No se conformó con dar todo un recital a la batería, que manejó con precisión de relojero creando ritmos de toda índole con maracas, baquetas, sticks o sus propias manos. También se las vio con otros sintetizadores, melódicas y con el glockenspiel, que llegó a tocar a la vez junto con los tambores en un derroche de virtuosismo. Y todo a la par que se agitaba en un baile frenético que le hacía uno con su instrumento. Ingredientes que bien mezclados en una espiral creciente de intensidad dieron como resultado un público entregado con la boca abierta a las evoluciones de estos músicos.
Qué mejor imagen de lo que fue el concierto que las estampas de la gente agitándose merced a los desarrollos que iban tejiendo Berg Sans Nipple. Y no es para menos, con la locura que representó el lado menos íntimo de A new soul, explotado hasta su clímax. O el cambio entre la melodía de la melódica y la de la trompeta en la fabulosa Blvd. des souvenirs. Por no mentar A free… y sus gritos fuera de micro. Sin duda, el concierto de Berg Sans Nipple fue una fabulosa oportunidad de medir el genio de este grupo, que se ha convertido en una referencia inedulible a la hora de llevar un complicado trabajo de estudio a un directo lleno de saber hacer.
Julie Doiron
Pocas veces se puede escuchar un concierto en un ambiente tan sereno y con un público tan atento: cuando Julie Doiron subió al escenario, la sala Siroco se sumió en un silencio sepulcral. La cantante comenzó a entonar una melodía a capella. Julie se presentó y, acompañada únicamente de su guitarra, cantó Gone gone, de su álbum Julie Doiron and The Wooden Stars. Le siguieron Last night, que dedicó a sus hijos, y No moneymakers.
Más tarde, Julie invitó a las tablas a los dos componentes de Berg Sans Nipple para tocar Pour toujours, Dirty feet, Dance all night y The songwriter, tema perteneciente a su último álbum Goodnight nobody. Las melodías de Julie se mezclaron con un fondo de carillones, trompetas, melódicas y batería, y el público quedó entusiasmado con el resultado. La cantante aseguró que estaba pasándolo muy bien, agradeció al respetable su asistencia y dejó que fueran ellos los que eligieran algunos de los temas restantes de la actuación. The longest Winter y Le piano, de su albúm Desormais, fueron las piezas elegidas por varios de los asistentes.
Julie bromeó con el público diciendo que sus letras siempre hablan del invierno, y así comenzó a tocar Snow falls in November y Will you still love me in December, momento en que la cantante habló de Herman Düne, grupo que ha grabado con ella su último álbum Goodnight nobody. Entonces anunció su último tema, Some blues, que cantó con gran expresividad y belleza vocal. El público pidió más y la canadiense volvió a escena para interpretar Ce charmant coeur. Así finalizó una actuación en la que no se echó de menos el soporte de una banda de instrumentistas, ya que ella sola es capaz de llenar una sala con la única compañía de una guitarra y su cálida voz. El ambiente era extrañamente bello, no es exagerado afirmar que pocas veces se ha visto a un público tan emocionado y dedicado. Julie se ganó a los presentes a base de letras y melodías sencillas, canciones que poseen una dulzura y familiaridad poco comunes hoy en día.
Textos: Miguel González (Berg Sans Nipple) y Ana F. (Julie Doiron)
Fotos: Miguel González