LCD Soundsystem – Sound of silver
Dos años después de su disco debut homónimo, del asentamiento de su sello DFA como uno de los principales a la hora de hablar de música de baile y de tener a sus pies a toda -o casi toda- la prensa especializada del mundo entero, James Murphy nos entrega su segundo largo, Sound of silver (DFA, 2007). Con la variedad estilística propia del neoyorquino, no eran pocos los que se preguntaban dónde iba a dirigirse en su nuevo lanzamiento discográfico, si hacia el funk, el rock, la electrónica o el punk. Pero lo que ha hecho ha sido tal vez lo más difícil: repetir la fórmula y volver a resultar sobresaliente sin sonar repetitivo.
Abriendo el álbum Get innocuous nos descubre a los mismos LCD Soundsytem de su megahit Losing my edge, con una melodía adquirida de aquel The robots de Kraftwerk que le da un toque más orgánico a la electrónica de LCD. El siguiente paso, Time to get away, nos obliga a movernos con un simple pero efectivo funk heredero de aquel mágico P-funk de George Clinton. Y con North American scum comienza el listado de singles del disco con guitarrazos incluidos, al que le sigue el maravilloso All my friends, efusivamente aplaudido en los escenarios de nuestro país, que nos demuestra cómo se puede hacer una canción con sólo dos notas, repetitivamente, sumándole arreglos electrónicos, subiendo el volumen y consiguiendo llegar a un clímax totalmente adictivo.
Quizá en éste su segundo L.P. se haya inclinado hacia un lado más electrónico, donde las guitarras tienen menos presencia que en el primer disco y hay más subidas y bajadas con finales apoteósicos, como en Us vs them o en la totalmente destinada para el club, Sound of silver. Para cerrar, una destacada New York I love you nos muestra el amor de James hacia su ciudad natal, a la que canta con languidez y desasosiego, solamente con un piano y su voz. Descubrimos un carácter totalmente novedoso en LCD Soundsytem, como si se tratara de un Lou Reed en aquel Perfect day, destilando sapiencia compositiva fuera ya de la pista de baile. Seguramente no hace falta decirlo, pero por si no lo sabían James Murphy ya tiene su propio sonido y quiere escribir su nombre en la biblia de la música indie. ¿Alguien tiene dudas de que lo logrará?
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