[Crónica] La Estrella Azul (Madrid, 16/01/25)

Nadie lo vio venir: La estrella azul, el debut en el largometraje del director y guionista turolense Javier Macipe, se ha convertido en una de las grandes sorpresas de la última cosecha cinematográfica. Desde su estreno hace ahora once meses, la lista de piropos y reconocimientos que ha recibido la película no ha hecho más que agrandarse. A las cuatro nominaciones de los Feroz, las siete a las Medallas CEC y las que obtuvo en los últimos Forqué hay que sumar ahora las ocho que acumula de cara a la próxima edición de los Premios Goya, que este año se entregan el 8 de febrero en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Granada. Además, el filme se alzó con dos galardones en el Festival de San Sebastián y fue preseleccionado por los miembros de la Academia de Cine para representar a España en los Oscar junto a Marco y Segundo premio.

La estrella azul, una road movie en donde la ficción y el documental conviven en la misma habitación, narra el periplo en el que se embarcó el zaragozano Mauricio Aznar en 1993 por la Argentina rural con la esperanza de dejar atrás su adicción a la heroína, enderezar el rumbo perdido echando la vista a su interior y, ya de paso, dar con el paradero de su admirado Atahualpa Yupanqui para conocerlo. No encontró a Yupanqui, pero recorriendo tierras argentinas se topó con Carlos Carabajal (ya fallecido e interpretado en la película por su hermano Cuti Carabajal, músico en la vida real), que terminaría convirtiéndose en su verdadero maestro al abrirle de par en par las puertas de la chacarera, ritmo y danza tradicional de Argentina procedente de la provincia de Santiago del Estero.

El actor Pepe Lorente, que toca y canta en directo en la película, da vida al malogrado Aznar, músico y poeta que encabezó grupos como Golden Zippers, Almagato y Más Birras, banda con la que obtendría su mayor éxito comercial en 1987 gracias a la canción Apuesta por el rock’n’roll, himno sin paliativos compuesto por Mauricio y Gabriel Sopeña que alcanzaría extraordinarias cotas de popularidad en la versión de Héroes del Silencio y que, con el transcurrir del tiempo, se ha hecho más o menos recurrente en los repertorios de los conciertos de Enrique Bunbury. Mauricio Aznar murió el 2 de octubre de 2000 en Zaragoza a causa de una sobredosis. Tenía 36 años.

Macipe cuenta en una entrevista para el portal Madrid en Vivo cómo surgió la idea de llevar el espíritu y las canciones de La estrella azul a los escenarios: «Le propuse a Lorente que se convirtiera en un músico de verdad. Entonces le montamos una banda real, estuvo en un local de ensayo durante muchos meses con ellos y, de alguna forma, cuando estrenamos la película nos daba pena que todo ese trabajo, que es como la base del iceberg, no se viera en ningún sitio». Por lo que el 23 de febrero, y coincidiendo con el estreno del largometraje en las salas de cine, se anunció un concierto en la sala Oasis de Zaragoza para el que las entradas volaron en pocas horas. Luego vendrían actuaciones en Langreo, Santander, Barbastro o el reciente Festival Actual de Logroño, entre otras citas, hasta llegar a la del pasado 16 de enero en la sala But de Madrid dentro de la programación de Inverfest, el ciclo musical de invierno por excelencia en la capital que este año suma 102 conciertos y estrena nuevas sedes con su presencia en Zaragoza y el Negufest de Bilbao.

En la formación, además de Lorente y Macipe, convergen Alberto Solo Vera (guitarra solista), Guillermo Mata (bajo), Carlos Gracia (batería) y Johnny Sierra (saxo). Juntos y revueltos comandaron una celebración nocturna y colectiva que echó a andar desempolvando composiciones de Más Birras (Beber no cura, Esa chica llamada Soledad) que dieron paso a Moliendo café, pieza compuesta por el venezolano José Manzo Perroni en 1958 que interpretó sobre las tablas de la sala But una espléndida Nita (Fuel Fandango), primer nombre de una lista de invitados en la que también figuraban el actor Jorge Usón y las actrices Andrea Bayardo (protagonista de la serie Celeste junto a Carmen Machi) y Mariela Carabajal, nominada al Goya como actriz revelación por su papel en La estrella azul. Lo de Mariela —formidable vocalista— no se quedó ahí, ya que bailó entre el público una chacarera junto a Pepe Lorente en una simpática y divertida tentativa de emular en vivo y en directo una de las escenas más significativas del film.

Contaba Macipe entre canciones y proyecciones que no son pocos los amigos y conocidos que se le han acercado para confesarle que, tras ver la película, han peregrinado a Santiago del Estero o tienen pensado hacerlo. De hecho, uno de los más entusiastas, Jairo Zabala (Depedro), viajó con el propio Macipe para recrear el viaje de Mauricio y, ya de paso, aprovechar para grabar un videoclip en el propio Patio del Indio. Depedro, claro, fue otro de los participantes de la velada poniendo voz a El pescador y Entre a mi pago sin golpear, de Carlos Carabajal. La noche se cerró con la vuelta al temario de Más Birras, pero ahora con el incentivo de escuchar la guitarra de Josu García —uno de los integrantes originales de la banda zaragozana— en El hombre del tambor y la ineludible Apuesta por el rock’n’roll. Aún quedó tiempo para la interpretación de La estrella azul, canción que reunió a todo dios sobre el escenario y que sirvió, ahora sí, para mandarnos a casa con un regusto a chacarera y electricidad, a noches de verano y folclore. A danza. Una gozada, qué decir.