Ryan Adams nos visita en 2025 con su Heartbreaker Tour
El estadounidense Ryan Adams actuará el 28 de marzo de 2025 en Barcelona (Paral.lel 62), el 30 en A Coruña (Palacio de la Ópera) y el 31 en Madrid (Teatro Coliseum). Las entradas para estos tres solo shows (bautizados como “An evening with Ryan Adams celebrating the 25th anniversary of ‘Heartbreaker’” y que son una coproducción entre Houston Party y Just Life Music) salen a la venta este viernes 15 de noviembre a las 10 horas. Antes habrá una preventa que se pondrá en marcha mañana miércoles a las 10 horas y durará 48 horas, hasta que el viernes se inicie la venta general. Para participar en esa preventa debes clicar aquí antes de mañana, 13 de noviembre, a las 10 horas.
Adams, nominado siete veces en los Grammy, es uno de los más talentosos compositores del rock de las últimas décadas. Podemos situar su explosión primera en Whiskeytown, la banda que lideró entre 1994 y el año 2000. Con ella sacó tres discos –“Faithless Street” (1996), “Rural Free Delivery” (1997) y “Strangers Almanac” (1997): una trilogía que escuchada hoy conserva todo su encanto- con los que consiguió convertirse en algo así como el Gram Parsons del por entonces tan en boga country alternativo y de la llamada americana.
Un adhesivo que todavía se le enganchó más cuando debutó en solitario con el estupendo (o mejor deberíamos decir estupendísimo) “Heartbreaker” (2000), el disco que focalizará la atención de sus conciertos de marzo -con Ryan a la voz, guitarra y armónica-. A ese icónico LP le siguió “Gold” (2001), que ya lo consagró como el chico del póster de todo aquello. Como se escribió en el libro “Teen Spirit. De viaje por el pop independiente”, de 2004, en ese álbum, “Gold”, “Adams se presentó como el reverso de Kurt Cobain, beodo de vino y de ‘Sticky Fingers’. El resto estético que asume ahí Adams gasta look de pop. El look que le habla a todo el mundo. En la portada, la bandera de Estados Unidos, al revés. La imagen de marca de la percepción estadounidense, boca abajo. Amor y robo en el interior del disco, que se nutre de la mitología rockera de los sesenta y los setenta”.
A partir de ahí, el ritmo de su evolución lo marcó un imprevisible carpe diem, así que en “Rock N Roll” (2003) hizo lo propio, pero con la década de los ochenta en su diana. Oh, sorpresa. Y además de imprevisible, su nuevo carpe diem se podía (y puede) etiquetar de prolífico, hasta el punto que desde entonces ha ido sumando y sumando hasta tener ya una treintena de álbumes de estudio (cuatro de ellos los firmó con su banda The Cardinals, que disolvió en 2009). Su discografía no ha dejado de copar titulares por un motivo u otro, bien sea por el LP que en 2015 versionó canción a canción el “1989” de Taylor Swift, o porque entre 2020 y 2022 publicó nada menos que seis álbumes (entre ellos, igual que hizo con “1989” de Swift, versiones enteras del “Nebraska” de Bruce Springsteen o el “Blood On The Tracks” de Bob Dylan), o porque solo en 2024 ha sacado cinco discos más –“Sword & Stone”, “Star Sign”, “Heatwave”, “1985” y “Prisoners” (este, en directo)-, con reseñas tan buenas como estas: “Recapitulemos: ’1985’ es angustia punk, ‘Heatwave’ es un revelación rockera y ‘Star Sign’ es Ryan en su gloria como compositor” (Amplify The Noise).
Entre sus fans confesos encontramos nombres como Norah Jones, la citada Taylor Swift, Elton John, Willie Nelson, Noel Gallagher o el escritor Stephen King, quien en 2007 lanzó a los vientos esta frase: “No voy a decir que Ryan Adams es el mejor compositor norteamericano desde Neil Young, pero tampoco voy a decir que no lo es”.