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La película de la semana: Gladiator II

Se estrena una de las secuelas más esperadas de los últimos años, que recupera al director y parte del personal que trabajó en la oscarizada primera parte.

La secuela es la continuación del éxito de taquilla del año 2000, protagonizado por Russell Crowe. Gladiator ganó más de 460 millones de dólares en todo el mundo y fue nominada a 12 premios de la Academia, ganando cinco, incluidos Mejor Película, dirección para Ridley Scott y Mejor Actor. Varios otros artistas que dieron vida al Gladiator original también regresan a la secuela de Scott. Entre ellos se incluyen el director de fotografía John Mathieson, el diseñador de producción Arthur Max y la diseñadora de vestuario Janty Yates. Mientras que David Franzoni, John Logan y William Nicholson se encargaron de dar forma a la primera película, esta vez es David Scarpa quien escribe el guión. Scarpa es conocido por The Day the Earth Stood Still y The Man in the High Castle, así como por algunos otros proyectos que lo asociaron con Scott: Todo el dinero del mundo y Napoleón. El rodaje, que comenzó en junio de 2023 en Ouarzazate, Marruecos con lugares de rodaje adicionales planeados para Malta- que reemplazó a la antigua Roma- y ​​el Reino Unido durante los siguientes cuatro meses, pasó por varios contratiempos. Un accidente con incendio durante el rodaje el 7 de junio hirió a seis miembros del equipo. Además se suspendió en julio debido a los conflictos laborales de Hollywood. Se retomó en diciembre en Malta y concluyó el 17 de enero de 2024.

Como podemos comprobar, la secuela no es un fenómeno ni mucho menos reciente en Hollywood. El primer ganador de Mejor Película en obtener una secuela llegó apenas dos años después de la existencia de los Premios de la Academia. La primera ganadora del Oscar fue Wings; la siguiente fue The Broadway Melody, un musical de MGM sobre la puesta en escena de un espectáculo de Broadway. Tal fue el éxito que años más tarde, MGM convirtió The Broadway Melody en una marca en sí misma, lanzando Broadway Melody de 1936, de 1938 y de 1940, con distintos personajes y argumentos. Con este paso se había dado comienzo oficialmente a la franquicia que tan beneficios aportó a Hollywood en años sucesivos.  Unos años más tarde, All Quiet on the Western Front, de la cual se ha hecho recientemente un celebrado remake europeo, basada en la obra de Erich Maria Remarque, obtuvo una enorme taquilla y ganó el Oscar a la Mejor Película del año 1930. Al año siguiente, Remarque escribió una secuela de su libro titulada The Road Back; unos años después, Universal también adaptó ese libro, aunque con resultados mucho menos exitosos, debido en parte a que el estudio autocensuró el argumento para que tuviera aceptación en Alemania.

En 1936, MGM lanzó el musical The Great Ziegfeld, una biografía del famoso productor y empresario de Broadway Florenz Ziegfeld Jr. (interpretado por William Powell). Se trata de uno de los mayores éxitos cinematográficos de la década de 1930 y el orgullo de MGM en ese momento, aclamada como la mayor biografía musical realizada en Hollywood y aún un estándar en la realización de películas musicales. Ganó tres Premios Oscar, por lo que MGM autorizó dos películas más de Ziegfeld: Ziegfeld Girl en 1941 y Ziegfeld Follies en 1945, ambas protagonizadas por las estrellas del momento: Hedy Lamar, Fred Asteire, Judy Garland o Lana Turner, pero sus enormes presupuestos le hizo perder dólares al estudio y, además, esta vez pasó sin pena ni gloria por los Premios de la Academia. Mrs. Miniver , estrenada en 1942, seguía a una familia inglesa que resiste la Segunda Guerra Mundial, con Greer Garson en el papel principal matriarcal. Llegó a los cines meses después de la entrada de Estados Unidos en guerra y fue el mayor éxito de taquilla del año, además de ganar la Mejor Película y otros cinco premios de la Academia. En 1950, se filmó una secuela llamada The Miniver Story, pero no logró el éxito de la primera parte ni el reconocimiento de la Academia.

Sin embargo, hubo algún caso en que una secuela fue un auténtico acierto. Going My Way, Siguiendo mi camino en España, se llevó el Oscar a la Mejor Película y otros seis premios de la Academia, incluído el papel de su protagonista Bing Crosby. Rápidamente se planificó una secuela con Crosby nuevamente en el papel principal. Las campanas de Santa María le llevó a Crosby a ser nominado de nuevo a Mejor Actor por el mismo papel, así como la cinta a la categoría de Mejor Película, aunque esta vez no obtuvo ninguno de los premios.

En 1967, Norman Jewison sacó partido de un convincente Sidney Poitier como el detective Virgil Tibbs en unos tiempos convulsos con el clásico In the Heat of the Night, que ganó cinco Óscar y fue nominada a otros dos. Su papel fue tan icónico que repitió en dos secuelas con dos casos distintos para el personaje protagonista: They call me Mister Tibbs! en 1970 y The Organization en 1971. Otra película de detectives, The French Connection, ganó el Oscar más importante del año en 1971, y su protagonista, Popeye Doyle, interpretado por Gene Hackman, regresó en 1975, en French Connection II, con Fernando Rey en el papel antagonista. La secuela no recibió ninguna nominación pero al menos fue bien recibida por la crítica.

En la 45.ª ceremonia de los Óscar, El Padrino ganó los Premios Óscar por mejor película, mejor actor (Brando) y mejor guion adaptado (para Puzo y Coppola). Paramount quería desesperadamente una secuela, y Coppola no estaba especialmente interesado, pero finalmente cedió y el éxito fue inesperado y fulminante, hasta tal punto que El Padrino II fue la primera secuela de la historia en ganar el Oscar a la Mejor Película. Ya en los años 80s la película ganadora del Oscar Rocky se convirtió en la primera con mayores secuelas de la historia. La comedia La fuerza del cariño, sin embargo, aunque recibió once nominaciones a los Premios de la Academia y ganó cinco, en 1996 Shirley MacLaine repitió su papel ganador del Oscar en The Evening Star, junto a Jack Nicholson, quien también regresó en un pequeño papel secundario, pero fue un auténtico fracaso tanto crítico como comercial. El silencio de los corderos fue de las grandes películas de los años 90s, y tuvo una secuela propia, Hannibal, basada en la secuela literaria de Harris. Presentaba a Anthony Hopkins como Hannibal Lecter, aunque con un director diferente (el mismísimo Ridley Scott) y protagonizada por una actriz diferente (Julianne Moore en lugar de Jodie Foster). Con críticas mixtas, fue olvidada por la Academia, si bien en aquel momento se convirtió en el tercer debut taquillero más grande de la historia, solo superada por The Lost World: Jurassic Park en 1997 y La amenaza fantasma de 1999. Scott se debió sentir, al menos en parte, satisfecho.

Solo dos secuelas han ganado el Óscar a la mejor película, la ciatada El padrino II y El Señor de los Anillos: el retorno del Rey, si bien la primera de esta trilogía no ganó el Oscar a mejor película. Otro número muy reducido de secuelas han sido nominadas en esta categoría: Las campanas de Santa María, El padrino III, El Señor de los Anillos: las dos torres, Toy Story 3, Mad Max: Fury Road, Black Panther, Avatar: The Way of Water y Top Gun: Maverick.

En cuanto a Gladiator 2, la crítica está dividida. Para Entertainment Weekly «al igual que su predecesor, lo que eleva a Gladiator II en el ámbito cinematográfico es la forma en que sus temas y diálogos sustentan su escandaloso espectáculo. El guión de David Scarpa también es tremendamente inteligente». Según Time Out «a pesar de todos sus defectos, es un viaje colosalmente entretenido que nunca escatima en sus esfuerzos por sorprenderte con su escala y espectáculo.» Para BBC «bajo su superficie que agrada al público, el tema de la película sobre el poder político, quién lo ejerce y cómo, es fuerte y decidido, aunque Scott lo entrelace cautelosamente en el colorido espectáculo». Y para USA Today «Ridley Scott desata una secuela animada y llena de acción que carece de la seriedad del original del 2000, principalmente porque está mucho más interesada en una telenovela pulp». Según Collider «este increíble elenco, especialmente Washington, Nielsen y el pasado por alto Pascal, y esta expansión de las convincentes maquinaciones políticas hacen de Gladiator II una secuela que vale la pena, incluso si no puede igualar a su predecesor. Gladiator II te entretendrá, pero te dejará con una desafortunada sensación de déjà vu.» Y para New York Magazine «La emoción de las secuencias de acción simplemente subraya el vacío del resto de la empresa. Claro, no todos pasamos mucho tiempo pensando en el Imperio Romano, pero aquellos que sí lo hacen merecían algo mejor que esto».

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