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[Reseña] Deadletter – Hysterical Strength

El art rock y el post punk, mayoritariamente británicos, continúan acaparando la música de guitarras en la actualidad, para delicia de muchos y la indiferencia de otros. La prueba de ellos es el flamante premio Mercury de la formación English Teacher, pese a que contaba con oponentes tan de peso, en calidad o popularidad, como la veterana Beth Gibbons o la última revelación del pop juvenil, Charli xcx.

Otro de los ejemplos significativos del buen estado de este movimiento son DEADLETTER, de Yorkshire, que acaba de publicar su álbum debut, Hysterical Strength. Con casi 50 minutos de duración, el disco es hábil, atrevido y, también, paranoico. Tampoco se consideran un hype, su trabajo se ha guisado a fuego lento. Como ellos mismos dicen en una entrevista:“Nunca hemos sido los malditos chicos de portada de NME”. Dos años después de su EP Heat, el grupo de Yorkshire despliega su poética punk en un álbum debut que intenta trasladar a un estudio su poderosa destreza demostrada en los últimos meses en el escenario.

Para tal difícil cometido han contado- con inevitables desencuentros incluídos- con el prestigioso productor Jim Abiss, responsable, entre otros, de Whatever People Say I Am, That’s What I’m Not, el debut de Arctic Monkeys, álbum debut de venta más rápida en toda la historia del Reino Unido, con el que Abiss supo perfectamente captar la energía garage rock de la banda de Sheffield. Las canciones de Hysterical Strength oscilan con letras viscerales y humorísticas al mismo tiempo, con llamadas aparentemente contradictorias a la reflexión y al puro desenfreno: en Mother, una canción que su autor y vocalista Zac Lawrence escribió mientras la película neo-noir de Bong Joon-ho, del mismo título ordena “olvídate de todo y baila”, mientras que A Haunting cuenta historias de “asesinato y destrucción” con un tono casi pegadizo: ‘Llama a un exorcista, haz un crucifijo con los brazos’.

Como buena banda de art rock, DEADLETTER gusta de improvisaciones extendidas, que no siempre resultará para todos los gustos, creando un rompecabezas siempre en permanente batalla entre el saxofón humeante de Poppy Jacqueline Richler- a veces como una base repetitiva obsesiva como Hysterical Strenght– y las guitarras distorsionadas y pesadas, acentuadas como en el tenebroso cierre Auntie Christ. La dance punk Bygones es una de las favoritas de su líder, Zac Lawrence, mientras que Deus Ex Machina es una de las más políticas y desalentadoras, que refleja el disgusto por la autoridad, que ni siquiera puede decidir por sí misma cómo quiere operar, en clara referencia al Brexit y la más experimental Practise Whilst You Preach explora el lado más oscuro de encontrar consuelo en la fe.  DEADLETTER huyen del hit inmediato y ese será un punto a favor y en contra de su carrera, según se mire. De momento, bienvenidos sean.

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