The Shins – Wincing the night away
Dicen que siempre es complicado esto de publicar un tercer álbum. Supongo que lo será mucho más si tienes a tus espaldas dos monumentales discos como Oh, inverted world (Sub Pop, 2001) y Chutes too narrow (Sub Pop, 2003). Tras cuatro años de espera The Shins nos entregan, al menos para muchos, uno de los trabajos más esperados de los últimos meses. Con todo lo dicho anteriormente es normal que, tras escuchar un par de veces este Wincing the night away (Sub Pop, 2007), nos invada una cierta decepción.
James Mercer y compañía siguen haciendo bellas y precisas melodías pop, sólo que esta vez no aciertan tan abrumadoramente como en otras ocasiones. Es decir, temas como Phantom limb, Turn on me o Australia (impresionante carta de presentación) podrían encajar perfectamente en trabajos anteriores pero no encontrarían un lugar destacado en ellos. Sin embargo, dentro de Wincing the night away se convierten en los momentos más aprovechables, al menos si nos ceñimos a lo que esperábamos de ellos. Tampoco es que el resto sea desechable, ni mucho menos. Hay cosas curiosas, provocativas e imaginativas pero, mientras algunas de ellas funcionan sin grandes sobresaltos, otras sólo conducen a momentos de peligrosa autocomplacencia (Split needles) o atmósferas pretendidamente preciosistas (Black wave, Red rabbits). Mención aparte merece Sea legs que, a pesar de contar con una base sacada del rhythm & blues más actual y ramplón, contiene uno de los estribillos más llamativos del disco.
Quien descubra a The Shins gracias a estas canciones probablemente daría un veredicto más positivo sobre Wincing the night away. Sin embargo, al resto sólo nos queda disfrutar lo justo con este nuevo álbum, seguir recuperando los dos anteriores con frecuencia y esperar con impaciencia algo nuevo y con la inspiración de antaño. Demasiado tiempo para esto.