50 años sin Nick Drake
El 25 de noviembre de 1974 fallecía, a los 26 años, uno de los músicos más reivindicados de las últimas décadas.
Resulta irónico porque los días antes de su fallecimiento parecían unos de los mejores de su vida, o al menos es lo que sus padres aseguraban tiempo después: «estábamos tan absolutamente encantados de pensar que Nick estaba feliz porque no habíamos encontrado rastro de felicidad en su vida desde hacía años». Su primer álbum, Five Leaves Left, fue lanzado el 4 de julio de 1969, unos meses antes de abandonar la universidad. La prensa musical estaba más pendiente de la muerte de Bryan Jones, no hubo ningún sencillo y casi nada en la promoción.
Lo cierto es que la causa de la infelicidad de Nick en los últimos años no parecía tener ninguna motivación filosófica, y, si era existencial, seguramente estaba ocasionada por su frustrante carrera discográfica. Cuando Bryter Layter (1970), su segundo disco, no dio a Nick el éxito que todos esperaban- sólo llegó a 3000 o 4000 copias en aquel momento- Nick, que ya de por sí era tímido e introspectivo, comenzó a mostrar signos de depresión y confusión y se volvió cada vez menos comunicativo:«Tenía esta manera de contestar el teléfono… como si de repente esa cosa apareciese en su mano y se sorprendiese de escuchar una voz saliendo de ella. Hablamos un rato y me dijo que era muy infeliz y yo le dije que debería ver a un psiquiatra, no había nada de malo en ello, tal vez le ayudaría», comentaba su productor Joe Boyd.
Bryter Layter le había alejado de la imagen de trovador solitario y había incorporados nuevos sonidos, como bossanova, música clásica pastoral, gospel/soul y jazz modal, acompañado esta vez de instrumentistas de prestigio. Y sin embargo, no tuvo el éxito esperado, para lo cual también influyeron los retrasos en la producción y marketing, además de una larga huelga postal en Gran Bretaña, que retrasaron el lanzamiento del álbum un año. Drake, que tenía la idea en mente de ser el nuevo James Taylor, dejó de componer completamente y se buscó trabajos que nada tenían que ver con la música. «Se le ocurrió la idea de ser programador de computadoras»– comentó su padre- » yo no sabía mucho al respecto, pero corrí a mi empresa para hablar con el tipo que manejaba la computadora. Entonces, el viejo Nick fue allí y pasó «La prueba de inteligencia, y una de las empresas del grupo lo aceptó.»Después de recibir una ‘charla’ de Joe Boyd a finales de 1973, sobre el talento que estaba perdiendo, Nick finalmente tomó su guitarra de nuevo y las letras escritas que había comenzado casi un año antes. Las cosas empezaban a mejorar. estaba escribiendo canciones de nuevo- consideradas «absolutamentes maravillosas» por Boyd-e incluso tenía una novia estable. Pink Moon fue un álbum más austero- sólo quería su voz y su guitarra- y además Drake no se sentía cómodo delante de un micrófono. «Sólo hubo dos o tres conciertos que me parecieron bien, y en todos los demás algo andaba mal», dijo en una de esas únicas dos entrevistas de prensa, en 1971, con la revista Sounds.
Con todo, su estado de ánimo eran todavía impredecible y su madre dijo que tenía que luchar con fuerza contra su «enfermedad». En la noche del 24 de noviembre de 1974, Nick estaba en su dormitorio en la casa de su familia en Tamworth, en Arden, trabajando en nuevas canciones. Nadie sabe exactamente lo que sucedió en esas horas finales siguientes hasta su muerte a las 6 a.m. de la mañana siguiente, pero el veredicto de suicidio parece cuestionable. Nick había muerto de una sobredosis de Tryptizol, el antidepresivo le habían prescrito y que a menudo utilizaba para ayudarle a dormir. Él era consciente de que incluso una pequeña sobredosis podría ser letal.
«Yo personalmente prefiero pensar que Nick se suicidó, en el sentido que prefiero pensar que murió porque quería acabar con su vida y no por el resultado de un trágico error. Eso me parecería terrible: como una petición de ayuda que nadie escucha» afirma Gabrielle Drake, la hermana de Nick.
Lo cierto es que, hoy por hoy, se siente como si nos hubiera dejado un exiguo legado y también con la incógnita de hasta dónde podía haber llegado. Dice Joe Boyd: «De todos los discos que he hecho, los dos que produje con Nick son de los que estoy más orgulloso. Los escucho a menudo porque era extraordinariamente bueno; todo lo que hizo era llamativo, tenía el don de escribir melodías de increíble belleza».
No hubo documentales ni álbumes recopilatorios tras la muerte de Drake y, ni siquiera, tras el lanzamiento en 1979 de la caja Fruit Tree, que incluía los tres álbumes publicados más los cuatro temas inéditos que grabó con John Wood en 1974 y una extensa biografía escrita por el periodista estadounidense Arthur Lubow, las ventas se incrementaron demasiado. Su interés comenzó a finales de los 90s, a través de varios documentales de la BBC, y, sobre todo, cuando Pink Moon se utilizó en un anuncio de Volkswagen, lo que impulsó las ventas del álbum. Hoy en día, los tres discos de estudio de Drake y el álbum recopilatorio Way to Blue: An Introduction to Nick Drake han sido certificados como oro por la industria fonográfica británica.