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50 años sin Gram Parsons

Se cumple el 50º aniversario del fallecimiento de uno de los músicos más influyentes de los últimos años.

Cuando se trata de hablar de su influencia en la música popular actual, su legado se podría comparar al de los grandes. Gram Parsons había abandonado su vida familiar en Waycross, Georgia, a los 19 años, y a experimentó sus primeros pasos con un disco seminal grabado en Nueva York en 1966, con The International Submarine Band, que se publicó en 1968 en el sello de Lee Hazlewood,  cuando la banda se había disuelto.

A los más reacios al country les llamó la atención la actitud de este muchacho que se había unido a los Byrds y que poco tenían que ver con la formación que habían conocido. Parsons, que solamente estuvo con los Byrds dos meses porque se negó a ir a Sudáfrica por su postura anti-apartheid,  encontró otro rebelde en la banda para acompañarle, Chris Hillman, y formar una nueva aventura: Flying Burrito Brothers. Detrás también había una enemistad clara con Roger McGuinn: el disco de los Byrds,  Sweetheart of the Rodeo (1968), se publicó sin las voces de Gram Parsons.

La osada combinación de soul, country, rock y blues (Cosmic American music lo llamó Parsons) de los Flying Burrito Brothers aterrorizó a los puristas del country, que veían cómo unos melenudos hippies y fumadores de marihuana se a atrevían a recrear las canciones de Merle Haggard o George Jones, (“George es el rey de los corazones rotos” decía solemnemente), mientras que los fans del rock quedaban atónitos ante esos trajes imposibles y esas abominables voces nasales. Pocos entendieron su atrevimiento: otros, como los Stones, admiraron su valentía. «Al igual que yo conozco el blues, Gram Parsons conocía la música country: cada matiz, cada gran canción country que jamás se haya escrito», dijo el guitarrista de los Rolling Stones, Keith Richards, a Rolling Stone. «Además, le encantaba drogarse. En ese momento eso era una ventaja adicional».

El segundo del grupo, Burrito Deluxe, apareció en la primavera de 1970 y- ésto ya se había convertido en una costumbre- cuando había dejado la banda. Se sucedieron períodos de excesos de droga y alcohol acompañando a los Rolling Stones– mientras grababan Exile on Main St.- y en 1972 definitivamente, tras haber firmado con Warner, grabó su primer disco con una banda que contaba, entre otros, con Emmylou Harris, a quien había conocido gracias a Hillman. G.P. se publicó a finales de año, con éxito de crítica y pocas ventas.

Tras una breve gira comenzó a grabar su segundo trabajo, Grievous Angel, que quedó felizmente terminado al final de verano. Parecía que la relación con Emmylou Harris había logrado que dejase el alcohol y reconducir su carrera. Parsons, sin embargo, quiso celebrarlo con unas vacaciones en un motel en el Parque Nacional de Joshua Tree, en California. Allí pasó la mayor parte del tiempo consumiendo drogas y alcohol. El 19 de septiembre tuvo una sobredosis de morfina y tequila. Pero el episodio más conocido es el robo del féretro en el aeropuerto de Los Ángeles, por parte de su manager Phil Kaufman y su traslado a Joshua Tree, donde fue incinerado, según el propio Kaufman, por  previo expreso deseo del músico. Tenía 26 años.

En aquel momento, pocos ajenos a su música se enteraron de su muerte. De hecho, ninguno de los discos en los que había participado- con los Byrds o los Flying Burrito Brothers– se  vendió particularmente bien durante aquellos años: su debut, G.P. ni siquiera llegó a la lista de álbumes estadounidense tras su publicación y el póstumo Grievous Angel apenas tuvo impacto en el puesto 195. Sin embargo, el ascenso del country rock durante los años 70s y su resurgimiento en como “country alternativo” durante los años 90s, devolvieron el interés a su figura como el gran pionero del género.

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