Brian Jones ya había sido despedido por The Rolling Stones pero ello no impidió que su temprana muerte, hoy hace justo 50 años, acrecentara la leyenda de su figura.
Aunque él lo anunció de otra manera. Fue el 9 de junio de 1969 con una declaración que decía: “Quiero tocar mi música, que ya no es la de los Stones. La música que Mick [Jagger] y Keith [Richards] han estado escribiendo ha progresado en una tangente lejana a lo que son mis propios gustos». Menos de un mes después de que Jones fuera despedido del grupo, se ahogó en su piscina a la edad de 27 años.
Jones no fue nunca un miembro más pese a que no recibió ningún crédito como compositor ni fue la voz principal. Según cuenta Bill Wyman en sus memoria de 1990, sobre todo en los comienzos, era incluso el líder, porque, hasta la llegada de Andrew Loog Oldham, con relación a la organización de la banda, se encargaba de todo: «Nos consiguió los conciertos». Además, era el adicto al blues y el músico más versátil del grupo, y fue suya la idea del nombe de la banda con una canción clásica de Muddy Waters. En los primeros discos el versátil Jones- uno de los primeros músicos interesados en acercar la música africana al rock- ertocaba la armónica, el órgano, el chelo, la trompeta, el trombón, el saxofón, el oboe y una amplia variedad de guitarras. Y esencial fue su contribución, por ejemplo, con el sitar en Paint It Black; el dulcimer en Lady Jane; la marimba en Under My Thumb; el piano en Let’s Spend the Night Together o el Mellotron en 2000 Light Years From Home.
Fue uno de los muchos artistas de aquellos años que decidieron experimentar con las drogas, y, por lo tanto, también fue una de sus primeras víctimas. Su novia Anita Pallenberg lo dejó por Keith Richards a principios de ese año, algo que no hizo sino empeorar las ya deterioradas relaciones con los compañeros de banda. Let It Bleed sería el último álbum de estudio con sus contribuciones, cuyo comportamiento cada vez más errático, por el uso de drogas y alcohol, comenzó a pasar le factura. Mientras planeaban una gira por los Estados Unidos, los Stones anunciaron finalmente que Mick Taylor, de 20 años de edad, sería su reemplazo.
En la noche del 2 de julio de 1969, el cuerpo de Jones fue descubierto inmóvil en el fondo de su piscina. Su fallecimiento se registró oficialmente como muerte por accidente, aunque muchos creen que la verdadera historia aún no se ha descubierto. En su libro de 1994 Brian Jones: ¿Quién mató a Christopher Robin?, el escritor Terry Rawlings afirmó que las misteriosas circunstancias que rodearon su muerte fueron un encubrimiento de un asesinato. La policía revisó su investigación sobre la muerte de Jones en 2009, después de que un periodista desenterró cientos de documentos relacionados con el incidente. En última instancia, sin embargo, el caso quedó oficialmente cerrado. Los Rolling Stones liberaron cientos de mariposas blancas en su memoria en su concierto en el Hyde Park de Londres, dos días después de su muerte.